A pesar del aire de familia, el cristianismo no es una religión entre otras. Está más cerca del ateísmo que de una religión al uso y acaso por eso mismo, sea la respuesta más firme al desafío nihilista. De hecho, podríamos considerar el ateísmo moderno como un hijo bastardo de la fe que proclama a un abandonado de Dios como Hijo de Dios. Pues esto se encuentra muy cerca de decir que no hay Dios.