Dos siglos después de la muerte del caballero Arn Magnusson, su leyenda sigue viva. Estamos en el siglo XIV y el nieto de Arn, Birger, ha aplastado para siempre el imperio del terror con una brutalidad que ha asustado a sus contemporáneos. Las leyes que ha instaurado referentes a la inviolabilidad de la morada, de la iglesia y de las mujeres, se convertirán en la norma por la que se gobernará el reino durante seiscientos años. Ha pasado a la historia como Birger Jarl, el fundador de Estocolmo y el unificador de Suecia. Pero la saga de Birger es mucho más. Era un vencedor que no se amedrentaba ante obstáculos de tipo práctico o moral en su camino de gran señor de Götaland Occidental a fundador del reino.
La herencia de Gothia es una hermosa y sangrienta novela de caballería. Es, además, la historia de un amor perdido, parte del alto precio que exige el poder.