Una atrapante novela psicológica cuyo enigma central resulta un cristal de puntas filosas tanto para el detective como para el lector. Laura ha muerto. El misterio de su muerte queda en manos de tres hombres. Waldo, un escritor excéntrico que sufrió porque nunca consiguió el amor de Laura; Shelby, aquel con quien Laura estuvo a punto de casarse y Mark McPherson, el detective a cargo del caso que llega a enamorarse de la víctima durante la investigación.