Todo apunta que los recursos de la ciencia de la comunicación nos pueden ayudar a arrojar luz sobre uno de los episodios más espectaculares de la cultura occidental. Con las herramientas de la semiótica, el análisis del discurso y la teoría del periodismo, el autor se acerca a los textos bíblicos y nos invita a reflexionar sobre la relación entre profetas y evangelistas y Dios.