Una mujer despierta en un auto volcado en plena avenida nocturna. Hay humo y olor a nafta. Apenas siente sus piernas, el alumbrado público que entra desde afuera y los vidrios incrustados en su espalda. En el asiento de atrás viajan también una joven de quince años y un perro. La mujer no recuerda quiénes son. Lo único certero es que están vivos. La historia comienza cuando volvemos al pasado, donde la narradora todavía está ilesa.