Del bosque llega una voz: es la de un viejo árbol que habita allí desde siempre y ahora quiere tomar la palabra. Porque también las plantas tienen una personalidad, con sus propias pasiones y su carácter. Se estudian, se asemejan, se ayudan. En esta novela no aparece ningún ser humano, todos los protagonistas son árboles. Con características y cometidos distintos dentro de su comunidad, pero con problemáticas comunes.