Cuando empezaba a despuntar el movimiento del nuevo ateísmo, los heraldos del ocaso religioso -Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Daniel Dennett y Sam Harris- se reunieron y a modo de experimento grabaron la conversación. Así surgió esta charla rompedora y apasionante. Esta memorable conversación constituye una obra de máximo rigor y erudición, pero al mismo tiempo es hilarante e imprevisible.