La cultura de nuestro mundo está basada en la creencia de que la conciencia se deriva de la materia, dando lugar así a la suposición materialista que impregna y condiciona casi todos los aspectos de nuestra vida. Una suposición que constituye la causa fundamental tanto del sufrimiento de los individuos como de los conflictos entre pueblos y naciones y la degradación de nuestro entorno. La naturaleza de la conciencia pone al descubierto la falacia de esta creencia y sugiere que el reconocimiento de la presencia, la primacía y la naturaleza de la conciencia es el requisito previo para cualquier nuevo paradigma que pretenda ocuparse de estos temas dirigiéndose a su núcleo.
«Escuchando a Rupert Spira he conseguido tener una comprensión más profunda que con cualquier otro exponente de la espiritualidad moderna. La realidad nos está enviando un mensaje que necesitamos escuchar desesperadamente, y en este momento ningún mensajero supera a Spira y a las transformadoras palabras de sus ensayos».
DEEPACK CHOPRA