Viajes,
libros, poemas, cuadros para una exposición son una excusa perfecta para
regresar con la palabra a un paisaje querido, a un poema que nos emociona y nos
educa, a una pintura que, por algún motivo, transfiguró nuestra capacidad de
ver. Sin embargo, algo debe dar unidad al conjunto de sensaciones, afinidades y
momentos irrepetibles. En este caso, la luminosa reflexión sobre las paradojas
y perplejidades que suscita la experiencia estética confiere un sentido último
a La vida de los sentidos, un volumen
en el que Antoni Marí reúne un amplio conjunto de textos, escritos en distintas
épocas y de procedencias diversas: mientras que algunos aparecieron en diarios
y revistas o formaron parte de catálogos de exposiciones, otros son
rigurosamente inéditos.
Antoni Marí no es sólo autor de una
poesía hoy ya imprescindible, sino también de una poética que indaga
incansablemente en las raíces de la creación artística, en la inútil necesidad
de la belleza o en la nostalgia infinita de aquella unidad perdida que tan
acuciante es para nosotros desde el Romanticismo. Consciente de que,
efectivamente, no hay nada en la inteligencia humana que no haya pasado antes
por el tamiz de los sentidos, Marí explora en estas páginas la muda
trascendencia que el arte erige ante nuestra conciencia fragmentada; lo
invisible y seductor del arte rescata así la fugacidad de la gracia, y tal vez
nos redima también de la precariedad de nuestras certezas.