Domingo, siete de marzo. La Gran Vía resplandece bajo el sol simulando un esplendor que todos creen. Y es que en estos momentos algo se gesta, un demonio interior se insinúa, pero casi nadie sabe de sus ademanes callados. ¿Cuánta gente era consciente entonces de lo que se avecinaba? Probablemente sólo un puñado de personas, ¿quince hombres?,
¿dos mujeres?
Una historia de amor eterna e imposible, una periodista joven, un decorador iluminado, un niño solo, perroflautas, mendigos, estudiantes, un ex futbolista para quien el fútbol es una metáfora global, una astróloga llena de presentimientos inasibles, un albañil africano con nostalgia, un viejo sindicalista que se cree Franco y su hermana ciega, convencida de que Madrid es un Aleph en miniatura... Y al fin, Jusef Ahmed, con una pistola en el bolsillo, contra su destino y contra todos, en cuyas manos estará salvar el mundo.
Blanca Riestra nos brinda un blues melancólico y cadenciosamente repetitivo que explora la amarga soledad, los sueños frustrados, la evanescencia del tiempo, pero también la inexplicable armonía de las cosas, picantes e injustas, efervescentes. Con un estilo anafórico y una prosa de una extrema belleza lírica, compone una galería de personajes variopintos que viven, sobreviven y se desviven por las penumbras de la gran colmena. Personajes sin historia, víctimas del destino, sin nada y con todo en común, en una ciudad construida sobre la cabeza de un alfiler que entona una sinfonía coral de amor y muerte, y también de esperanza. Porque un hombre es todos los hombres.