En ambos casos ejerció su profesión con gran dedicación y maestría, en especial en su papel de madame ya que, en sus propias palabras: «El negocio del sexo es tan complicado como dirigir la U.S. Steel». El lector encontrará también una mirada sobre Estados Unidos de fines del siglo XIX y principios del XX, que sorprende por lo aguda e intuitiva. La autora conoció el lado íntimo y a menudo oscuro de importantes políticos y hombres de negocios, y los verdaderos acuerdos económicos, políticos y judiciales que permitían sostener la apariencia respetable del entramado social de su tiempo.
«La filosofía del burdel es un libro que Nell Kimball hubiera podido escribir con excelentes resultados, pero que no escribió, quizá por discreción, pues prefirió profundizar los restos de su experiencia en la forma más accesible de estas Memorias, que dan ya una noción precisa de esa filosofía; el burdel aparece como un mundo cerrado y a su modo completo, en el que sólo el sexo tiene el lugar de honor -un lecho suntuoso- y a su alrededor encontramos, ecuánimemente distribuidos sobre varios poufs, también a los otros Vicios, en coloquio no siempre hostil con algunas Virtudes. El sexo del que nos habla Kimball no es, en todo caso, la «pura fantasía» de las novelas pornográficas o aquella, equivalente, de las novelas prudes y sentimentales: es una realidad concreta, profundamente conocida, experimentada y comprendida, contada sin esconder nada, con detallismo profesional, y además observado con ese sentido de la distancia que sólo tienen los grandes narradores.»
Roberto Calasso, Cien cartas a un desconocido.
«Un libro publicado nada menos que por Hans Magnus Enzensberger, en Alemania, y por Roberto Calasso, en Italia: ¿cabe un mayor aval que estos lectores extraordinarios?»
Jorge Herralde.