«Me llamo Jana y tengo una misión: bailar sobre el lago a la luz de la luna. Os parecerá absurdo, pero es muy muy muy importante para mí. Se lo prometí a mi hermana Zya antes de que se muriera. Aunque va a ser difícil, porque sospecho que me vigilan. Y encima me han quedado dos, y tendría que estudiar. Ay, perdonad, siempre cuento las cosas desordenadas. Pero creedme: yo la vi bailar, de noche, sobre el agua. Quiero decir flotando, sin hundirse. Os hablaré de Zya, sí. Me lo contaba todo. Era una artista».