Un verano en que se siente perdido y sin fuerzas, el protagonista decide abandonar la ciudad donde nació y se instala a dos mil metros de altura, en un paraje próximo a aquel en que pasaba, de niño, las vacaciones con sus padres. Busca un lugar que le permita ser feliz y sueña con recuperar las experiencias de su infancia. Pero ahora está solo. Y en esa soledad deberá ajustar cuentas consigo mismo.