Él es un joven solitario. Vive en San Petersburgo desde hace ocho años pero no ha establecido ninguna relación. Le encanta pasear por las calles de la ciudad y su momento preferido es el crepúsculo, cuando los últimos rayos de sol activan a la diosa de la Fantasía. Entonces su imaginación le salva de una existencia vacía y todo él se transporta a otros lugares. Pero hoy, la realidad supera cualquier ensueño... A la orilla del río, una muchacha llora. Por primera vez se siente enamorado y entabla conversación con la desconocida. Se llama Nastenka, y guarda un secreto. Volverán a encontrarse en el mismo lugar la noche siguiente. La novelita romántica de Dostoievski con una bellísima presentación.