El lector de estos relatos puede sorprenderse por quien los
firma pero una vez dentro no le quedará duda de que son
cuentos escritos con una enorme sensibilidad literaria.
La misma sensibilidad de las letras y la música de Georges
Moustaki, como no podía ser de otra manera.
Este viajero infatigable, verdadero ciudadano del mundo,
habría podido escoger cualquier decorado, pero es en Oriente
Medio donde su pluma lo ha conducido para crear unos
relatos que son una reacción a lo inaceptable.
"No hay ninguna receta para una canción. Parto de
una primera frase", nos dice Moustaki. Estos relatos
han sido escritos como sus canciones.