Olvidemos lo que creíamos conocer de las diferencias entre los dos hemisferios cerebrales. Lo importante no es lo que hace cada uno, sino en cómo lo hace cada cual. La principal diferencia es el modo en que manejan la atención. Necesitamos que un hemisferio preste atención a los detalles mientras que el otro se ocupa del resto. Resultado: uno de los hemisferios aprovecha mejor el mundo, el otro lo comprende más adecuadamente.