Samuel Langhorne Clemens, conocido como Mark Twain (1835-1910), uno de los escritores más populares de Estados Unidos, extendió su fama por todo el mundo de la mano de personajes como Huckleberry Finn y Tom Sawyer. Su vida fue tan aventurera como las novelas que escribió.
El forastero misterioso es una de sus últimas obras y en ella ofrece una dura visión de la humanidad en boca de un extraño personaje, el ángel Satanás, quien muestra con crudeza el lado más negativo de los seres humanos en sus conversaciones con unos niños de un pueblo de Austria en los comienzos de la Edad Moderna, un pueblo que vive en un sofocante y opresivo ambiente dominado por miedos y mezquinos intereses, como sucede en tantos otros pueblos de épocas o lugares diferentes, incluso aquí y ahora.
No hay concesiones en las críticas que Satán hace del comportamiento humano, y sólo la inocencia de los niños deja alguna puerta a la esperanza de que la bondad de algunas personas pueda salir adelante en una sociedad que no premia precisamente las buenas acciones. Las reflexiones de Satanás abordan temas fundamentales de la búsqueda del sentido de la vida: el destino, la guerra, el gregarismo humano, la moralidad, las creencias religiosas, la intolerancia... Y sus comentarios nos invitan a repensar nuestras propias creencias sobre temas tan fundamentales.