"Jude el oscuro" (1895) fue la primera novela que se atrevió a hablar a su época, por extenso y sin tapujos, de sexo, matrimonio y religión, y que quiso que fueran sus personajes quienes expusieran las inquietudes e interrogantes cuyas consecuencias sufrían en un mundo que solo les ofrecía, como respuesta, confusión y oscuridad.