Los Cornhill son una pareja feliz. Viven en una idílica casa de campo no muy lejos de Londres, adonde él va a trabajar ella se dedica a la casa. Él tiene una ilustre madrastra que lleva una vida mundana y errante. Un día les pide que acojan a su hija Arabella, una veinteañera bella y perdida. La pareja se siente llamada a criarla, pero Arabella es una seductora nata e incluso detrás de las relaciones más sólidas hay grietas.